Estoy completamente fascinado con sus pechos. Un escote tan hermoso, un escote tan seductor ... Estoy hipnotizando. Llenan la habitación, mi cabeza y mis pensamientos. Cuando
Miriam Prado está cerca de mí, trato de no mirar, sé que no es educado ... pero siento su presencia, sé que están allí, ¡y comienzan a llamarme cada vez más cerca! Y de repente, lo único que quiero es perderme en ellos ... perdido con mis ojos, mi cara, mi lengua, mis manos, mi polla.