Si es que, qué poquita mano tiene
Ana Marco con los zumos, aunque sí la tiene para otras cosas, ¡y menos mal! Porque en esta escena trabaja de asistenta del hogar para nada más y nada menos que la muy exigente
Carolina Abril, que un para nada real papel de pija castigará a su "chacha" por no hacer las cosas como ella ha ordenado. En la cama ambas se desbordan, nada que ver a cuando les diferencia la ropa a ojos de los demás.