Bruno se está mudando a su nuevo apartamento. Lo único que queda es la inspección final. Cuando termina de empacar,
Rose Monroe entra para avisarle que realizará la inspección. Esta chica es jodidamente caliente! Mientras esta realizando la inspección abre un cajón en la cocina, encuentra un enorme consolador. Ella se excita por su tamaño y decide montarlo en el piso mientras está sola. Es tan grande que tiene que usar mucho lubricante. Bruno regresa con un jarrón de vidrio y se sorprende por lo que ve. El jarrón se le resbala de las manos y se rompe. Rose salta a sus pies y el lubricante del consolador le golpea la cara. Como no quiere meterse en problemas, decide follarlo por su silencio. Él aprovecha al máximo la oportunidad y la folla allí mismo en el suelo. Después de follarse ese gran y caliente culo él se corre justo en su culo.