Karla Kush vuelve a casa, en cuanto llega la rubia intenta cuidarse realizando varios ejercicios físicos, pero su novio, es un auténtico vividor que pasa los días enteros tumbado en el sofá, comiendo patatas fritas y pensando en el sexo, aprovechando cualquier ocasión para abordar a su chica y follársela en cualquier rincón de la casa, vamos, lo que se suele conocer como una relación tóxica, pero a Karla le mola el rollo, y no parece en absoluto que le moleste tener al lado a un vago. Así que dejémonos de historias, no nos metamos en la vida de la gente, y disfrutemos de este ¡Polvazo! en mayúsculas! ni se os ocurra perdéroslo que es muy bueno!