A sus 19 años, la esbelta Candy los usa maravillosamente. Bailarina de un cabaret parisino muy cerca de los Campos Elíseos, la joven vive a plenitud sus experiencias y lleva una existencia llena de placeres variados y variados. Soltera por elección, quiere descubrir nuevas sensaciones en cada relación sexual que pueda tener, ya sea como sumisa o como dominante. De hecho, ella ya conocía las emociones del BDSM, y regresa con mucha frecuencia para nuevas aventuras intrépidas ... ¡Obviamente, el amigo Lorenzo no tuvo más remedio que maltratar a la puta y sodomizarla profundamente!