El señuelo fue publicar una oferta de trabajo falsa en una web de clasificados, donde buscábamos modelos para publicidad mediante una agencia falsa de nombre tentador -Quality Top Models-. Muchas fueron las que nos contactaron pero solo una la dispuesta a enviarnos de primeras fotos más ligeritas de ropa, Maria era la víctima perfecta, 19 añitos, inocente, necesitada de pasta.