Elizabeth Lara, una señora chaparrita de curvas escandalosas, contrata a un reparador de techos que resulta ser un gigantón de casi dos metros. Entre medidas y presupuesto, las miradas se calientan y, sin pensarlo mucho, terminan revolcándose en la cama.
Cuando "El Cabezón" va a buscar a su amigo, lo único que encuentra es a su madrastra recién divorciada, radiante y hermosa. Entre cafés y sonrisas coquetas, El Cabezón se da cuenta de que su misión ya no es ver a su amigo, sino seducir a la señora. Elizabeth Lara protagoniza esta historia que no te dejará indiferente de ninguna de las maneras.