Un sano e "inocente" joven peruano tiene interés en hacer su propia versión de una Inkapillada, así que decide ir a buscar "culitos" por el mismo. Encontró a una flaca llamada Tomiko, pero no tuvo mejor idea que pagarle con una PS5. Tremenda tentación. Así que ella acepta, y aunque lo ninguneaba al pobre protagonista, podemos decir que, "cholito" y todo, pero se comió tremendo mujerón.