Ya se les hizo costumbre a estos cabrones de irse a coger a Analia a su trabajo. Pero ella no tiene reparos en recibir una buena berga en su coño bien húmedo en diferentes posiciones por la maquinaria de la cafetería y ver como se mueven estas tetas en todas las direcciones, para concluir con mucha lefa, y un café a su gusto.