El hombre de la casa quiere leche, y la única leche que hay, es la que emana de las tetas de Claudia Valenzuela. Él va a tener que ordeñarla utilizando su boca. Y lo que pasa después tienen que verlo con sus propios ojos es una follada de infarto en un coño siempre preparado y bien caliente, un delicia para los sentidos.