Beth Choy, una tímida aspirante que llegó con alergia a todo lo interracial, se ha convertido en una diabla que no puede vivir sin rabos negros más de 5 minutos. Y ojo, esta vez somos literales: eso es lo que tarda Beth en volver al lío después de estrenarse con Jesús Reyes. Ay, qué lejos queda de la miedosa chica peruano-zaragozana que se estrenó con nosotros... Ay, ¡Menuda follada nos vuelve a dar! Y es que, como sabemos en qué hemos convertido a Beth, habíamos dejado nuestra cámara estratégicamente colocada para grabar a estos dos descansando, conociendo que Beth no tardaría en ponerle ojitos al troncho de carne de Jesús. ¡Y aquí tenéis el resultado! Un Jesús Reyes, acostumbrado a follárselo a todo, incapaz de creer que esta chica todavía tiene cuerda para rato, y espacio para más pollones. Desde que se sientan, la cosa no tarda en ir calentándose y Beth no tiene ojos para otra cosa que para el falo de Jesús, que ante tanta atención se empieza a despertar, seguido por su dueño, y ya no queda más que follar, follar y refollar, porque esta chica ha despertado a su demonio interno y ya no quiere otra cosa más que clavársela hasta el fondo, y devorarla hasta la campanilla.