Carla Morelli finge un desmayo frente a su esposo, quien, preocupado, llama a los paramédicos. Al llegar, uno de ellos evalúa la situación y envía al esposo a comprar un tanque de oxígeno con urgencia. Mientras él se apresura a cumplir con la tarea, Carla y el paramédico se aprovechan del momento, revelando que todo había sido una artimaña planeada para pasar tiempo juntos sin levantar sospechas.