En el Paraíso, Dios crea a dos ángeles: Gabriel, el más obediente, y
Karol Jaramillo, una hermosa y traviesa angelita con mucha curiosidad por los placeres carnales. Aunque Dios decreta “¡Prohibido el sexo!”, Karol, con astucia y un guiño travieso, convence a Gabriel de “explorar sus cuerpos”. Cuando el todopoderoso los pilla en plena acción, decide mandar a Lucía al infierno... porque, al parecer, en el Paraíso no hay lugar para travesuras.